CIGÜEÑAS NEGRAS

Después de algo más de tres semanas sin salir al campo, debido a las altas temperaturas y a la alta posibilidad de no encontrar una imagen que llevar al objetivo, tras la promesa formal de regresar rápido a casa, en caso de calor agobiante, dado que me consideran dentro del colectivo de riesgo alto( yo desde luego no) y en aras de evitar discusiones, que están perdidas de ante mano, salí de casa, al objeto de tomar el aire, que no fuese el del equipo de aire acondicionado, con estas premisas, solo tomé con la compacta, pues el uso de la bolsa, supone advertencia del mucho peso, que he de soportar, realmente uso el coche como puesto de observación, así es que de peso nada de nada.

            Cuando me desvié de la carretera, al carril de acceso al río, el panorama había empeorado de una forma exponencial, bajo el puente no había ni humedad y lo que se podía ver del río, se encontraba en idénticas condiciones, por lo que auguraba una vuelta rápida; pero al llegar al vado de paso, al cortijo, con algo de agua, se presentó un panorama distinto, en un principio, supuse que existía una convención de todas las garzas del río, en una longitud de cincuenta metros.

 

Adulto e inmaturo de cigüeña negra y garcetas comunes.

 Como las primeras garcetas comunes, no toleraban el acercamiento del coche, estacioné en el lateral, junto a un cañaveral, pudiendo observar la existencia de dos cigüeñas negras; aunque la luz era muy plana, debido a nubes y lo temprano de la hora, pude obtener las fotos que adjunto, correspondiente a un adulto, anillado y un inmaturo, compartiendo la zona con una real , unas diez o quince comunes y dos cangrejeras, estas en la orilla del río.

 

   No ha sido una gran cosa, pero algo es algo.

El adulto, luciendo la anilla.

El adulto de cigüeña negra, inmaturo de real y comunes.

 Al final lo pasé, muy  bien y me gané una bronca, por llegar tarde y olvidarme el móvil.

Antonio Domínguez Marmolejo