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EN BUSCA DE LA FOTO

 La hora de la salida de casa, se ha de programar, en función de la distancia al lugar donde pensamos realizar nuestra actividad fotográfica, dificultades de las vías de acceso, del tipo de fotos que se pretenden realizar y por supuesto del sujeto, que pretendemos plasmar en imágenes.

Los días de fiesta y domingos, son ocasiones, en las que, salvo fuerza mayor y de gran importancia, no suelo coger el coche y salir al campo; con lo que me evito encontrar las zonas, de posibles fotografías, invadidas por felices familias, disfrutando del tiempo y del lugar, poniendo en franca huida incluso a los gorriones, que suelen alimentarse en las terrazas de los bares.

Galaxia efímera

Así que, siendo hoy domingo y deseando hacer fotografías, determiné buscar "la foto", dentro de los límites de mi jardín y  como desafío a mi "visión fotográfica".

 No teniendo nada que planificar, después del desayuno y con los primerísimos rayos de un sol, que brillaba en un cielo sin nubes, inicié mi deambular dentro de la zona acotada, pisando el recién cortado césped y disfrutando del especial olor de la hierba, quedo mi vista enganchada en la cambiante galaxia de luz y color, con su centro cuajado de cientos de diminutos y efímeros planetas, creadores de ondas luminosas, entre diversos tonos de azul, celeste, verdes y olas de brillante plata.

La formación de esta  galaxia, no se encontraba dentro  del profundo espacio sideral, justo después de la galaxia del caballo, tampoco tenia soles dobles u agujeros negros.

 No obstante su formación y descomposición sin patrones repetitivos, captó mi atención y mi deseo de  plasmar en una imagen, este fenómeno visual, generado por el prosaico chorro de agua de la depuradora de la piscina, que desde el estático pico, pues más se asemeja a un pico que a una boca, del delfín de adorno, existente en el borde de la piscina, caía de forma parabólica, en la superficie del agua.

Desde esta zona, me llamó la atención varias libélulas, presuntamente de la familia de los gomphidae, que realizaban vuelos sobre el pequeño lago, apareciendo y desapareciendo entre las aneas y los juncos, que de forma masiva, pretenden colapsar la superficie del agua.

¿ Gomphus vulgatissimus ?

Conociendo la tendencia, de estos animales de regresar a su posadero, tras realizar un vuelo, monté el trípode, con el 300 mm, macro y esperé, la primera postura, del animal en el vértice de la vara, que había colocado, para obtener como fondo el cielo, parece ser que no le gustó nada, pues esta primera y única vez que se posó, regresó a su anterior posadero, la hoja de una anea, con lo que el fondo queda más abigarrado y menos fotográfico. Como podemos ver en las otras fotos.

Desde el punto de vista fotográfico, la composición de la imagen, entiendo que no está muy mal, con la cabeza en uno de los puntos de las reglas de los tercios, alas en el sentido de una de las diagonales y contrapuesta por otra diagonal constituida por el tallo del junco, que ha adoptado como posadero

Más que de los elementos fotográficos de esta imagen, me llama la atención la perfección del diseño de la estructura alar, reticulada con polígonos de cuatro y cinco lados, formando un sistema perfectamente equilibrado en el que las tensiones confluentes en los nudos son repartidas por toda la superficie alar, mediante los lados de los polígonos que confluyen en el nudo

. El borde de ataque del ala, reforzado por dos líneas de mayor grosor y cercanas, para compensar los vórtices del fluido, puesto en movimiento por las alas, el borde de fuga, lo suficientemente grueso para soportar los polígonos que se cierran sobre él y lo más sutil posible, para que no genere alteración en el régimen laminar de salida. Finalmente, el vértice de las alas, diseñado por un encadenamiento de curvas de amplio radios y rectas de unión de las mismas, propician que, las alteraciones del régimen laminar a régimen de turbulento, se produzcan entre ambas alas, generando mayor capacidad de sustentación con menor gasto de energía y permitiendo un vuelo, con un altísimo rendimiento, tanto hacía delante, hacía atrás o permanecer estática en el aire.

El enorme mérito, que posee la oficina de diseño e investigación ( I+ D ), que planificó estas libélula y el resto de los animales, se ha tomado millones de años. Así cualquiera´.

Otro modelo distinto, basado en idénticos principios. En la imagen un macho de Ischnura Elegans, con el distintivo segmento azul abdominal.

Emergiendo lentamente y desconfíada

 Como disponía de toda la mañana, decidí ejercer la virtud de la paciencia, virtud teologal, contrapuesta a la desesperación, buscando la sombra del limón lunero, que se encuentra ubicado en la cabeza del lago, en la zona de los lotos y disponiendo de un cómodo asiento, me dispuse a esperar, que cualquiera de los tres sin papeles que aparecen y desaparecen una vez han cubierto el asunto de la procreación, emergiesen .

En su lugar apareció, la copropietaria del lago, cuya permanencia en el mismo, le proporciona este título, sin ninguna objeción.

Una vez tranquila se aposenta en la hoja del loto

En el lago existe una rana, que posee el derecho de propiedad del lago, dado que su permanencia en el mismo, croando, no solo durante el verano; dado que algunas noches de invierno, especialmente con luna suele amenizar con   sonoros conciertos, las frías aguas y la brillante noches de enero.

Esta rana, cuya desconfianza del ser humano es muy alta y cuyo circulo de seguridad es de unos cinco metros y en ocasiones inferior, en raras ocasiones ha permitido que pueda fotografiarla y esta es una de las raras ocasiones, que lo he conseguido, aunque posiblemente la espera, aunque atenuada por las fotografías de las libélulas, sobrepasó la hora y media.

Bajo el alero, del cuarto de las herramientas y junto al proyector, se encuentra, como en su propia casa, que lo es, este simpático elemento, aniquilador de mosquitos, que el lago, como el supermercado del barrio le proporciona y la luz les pone a su alcance.

Como todos no han de ser vecinos agradables, en el pino existente en la parte anterior del jardín, en la fachada principal de la casa , con vista desde la ventana de mi despacho y colindante con la calle de la urbanización, se encuentran dos parejas de tórtolas, que comparten el pino, una de ellas en sus ramas bajas y la otra cercána a la cuspide, pero curiosamente, ambas han adoptado como W.C. una de las ramas más baja del árbol y que por malévola coincidencia, vuela sobre mi coche de color azul, color que resalta las deposiciones de estas ratas aladas, las cuales encima no son nacionales. Solo la promesa que me hice de desterrar el uso de las armas, dentro de mi jardín, es lo que les permite seguir con sus deyecciones.

Como una curiosidad de crecimiento anómalo, este "capus senilis" al que planté unas matas de romero, que con su crecimiento impidieron la captación de la luz del sol, hizo que en una carrera por la supervivencia, en contra de su forma habitual, incrementase exageradamente, su longitud en detrimento de su diámetro.

Arrogándose la figura de un extraño falo segmentado, para que no le ocurra lo que le ha sucedido a su compañero, que se encuentra flácido en el suelo, vencido por la gravedad, tendré que ponerle un tutor, que mantenga vertical su figura. Si nuestro imperecedero Camilo, se encontrase en este mundo; sin dudarlo, le remitiría una copia, al objeto de que su genial pluma, pudiese darle el tratamiento que le dio al de Archidona.

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Antonio Domínguez Marmolejo

Ingeniero Tec. en Electricidad y Mecánica